Cuando uno
imagina el futuro a cien años vista no es fácil acertar en todo,
máxime cuando hay cosas que se sabe, lamentablemente, que no
llegaran a ser. Pero la explicación se complica cuando, además,
pasan veinte años desde la creación del mundo futuro y el momento
en que se explota, o como en este caso se retoma la explotación
literaria del mismo.
La
composición de este mundo, como plataforma de juego de rol y
primeros esbozos literarios, es de los años ochenta. Por ello, ya en
la primera revisión ha sufrido grandes cambios. La eliminación de
la Unión soviética y su sustitución por una Rusia mucho más
capitalista no estaba prevista, así como la caída de los Chauchescu
en Rumania, ni la cruenta guerra de Yugoeslavia, aunque los países
comunistas ya anunciaran algunos problemas. Sí tenía prevista la
caída de parte del Telón de Acero: Alemania, Polonia,
Checoeslovaquia (sin partirse) y las repúblicas bálticas de
Lituania, Letonia y Estonia, aunque no contemplaba el enclave de
Kaliningrado, ni la descomposición de la Unión soviética más allá
de esas tres repúblicas.
Además, lo
que hoy día se ve como un problema más general en Europa, que es la
pujanza del islamismo radical, entonces solo se veía como una lejana
posibilidad de problemas en Francia, Inglaterra y Alemania, derivado
en el primer caso de la amplia colonia musulmana asiática
(paquistaníes principalmente) en el primer caso, magrebíes en el
segundo y turcos en el tercero. Ya entonces se avistaba un problema
que hoy tenemos en mente, además de su poca integración, como es el
de su baja contribución fiscal y alto consumo de recursos sociales,
lo que (nos guste o no) en el caso de una crisis como la actual es
previsible que se traduzca en una radicalización de los naturales de
cada país. Por otra parte, a diferencia de los judíos, aquí no
hablamos de un pueblo o grupo social manso y maleable por lo que
naturalmente el recorte masivo y las limitaciones establecidas por el
PUE se saldaran con un levantamiento armado. En la revisión de la
novela únicamente he procedido a ampliar esa situación a otras
naciones donde la información actual dice que también podría haber
ese tipo de problemas (Holanda, Bélgica, Dinamarca, Yugoeslavia,…)
lo que se traduce en algunas manchitas más de control militar en el
mapa, aunque no siempre, ya que el otro foco de problemas que nos
lleva al control militar son los nacionalismos periféricos
excluyentes, que coinciden en algunas zonas (aunque no en todas)
La
otra cuestión es la económica, en concreto el tema de la moneda. En
aquellos años existía una moneda ficticia (hoy diríamos virtual)
llamada ECU (Siglas de European Currency
Unit, o Unidad Monetaria Europea) que se
calculaba como promedio de las divisas europeas (libra esterlina
incluida) y se perfilaba como futura moneda única, con las
reticencias de Gran Bretaña a su mismo concepto y de Alemania a su
nombre, por pronunciarse parecido a vaca. El debate no era si, sino
cuándo y qué pasaría con una Gran Bretaña que no se integrara en
la unidad monetaria, si había que expulsarla del resto o no. Por eso
mi planteamiento de la semi-expulsión del Reino Unido al concepto de
estado asociado.
Mientras
con la creación de la Unión Europea Occidental en el seno de la
OTAN se empezaba a hablar de un ejército europeo, aunque eso podía
ser una maniobra de distracción por el reciente bamboleo del
referéndum sobre la OTAN y el cambio de “De entrada NO” a “Sí
pero NO (Refiriéndose el No a la estructura miliar)” y aunque
muchos intereses conspiraban (y conspiran) contra ello, está claro
que el proyecto es inviable sin una mayor unión política.
Naturalmente mi planteamiento es que esta finalmente tiene lugar de
manera un tanto abrupta.
Ahora solo
me queda dejaros, en el próximo artículo, con la presentación de
los mapas que les hice a mis jugadores de rol. No la he actualizado,
por lo que se darán algunas incoherencias con la realidad actual,
que comentaré después. Sí he actualizado, por el contrario,
algunas fronteras en los mapas, ajustándolas a las entidades hoy día
existentes, como en el caso de Kaliningrado, puesto que el mapa lo he
tenido de mecanizar ahora. Por otra parte, como comprenderéis, me
centraré en la zona de Valencia pues la acción de juego tuvo lugar
en este territorio, aunque la novela abarca algo más amplio.