sábado, 14 de julio de 2012

Capítulo 1: Una cena (2)


Todos estos recuerdos pasaron por la mente de José, en los breves segundos que tardaba en componer la respuesta a Kalinga.
–No sé que tienes en contra de las ciudades antiguas –respondió José–. Tu misma Moscú natal no se diferencia en mucho de esto salvo, quizás, que en su mayor parte no está protegida contra las radiaciones. Aunque ahora parece que eso no sea necesario.
–Por eso no me gusta. Sea o no necesario. La falta de protección, las basuras, la pobreza... Ya me costó abandonar aquello.
–Ya. Y esto te recuerda –ironizó Sanz– a la gente que tuviste que pisotear para ello, ¿no?.
–Creí que éramos amigos –se enfadó Kalinga–. Pero si sigues por ese camino me voy.
–Vale, espera –contestó a la rusa y luego se dirigió al camarero dijo José en árabe–. Yousuf deseo el saloncito azul, y que nos sirva Jamal.
–Sí señor –respondió este en la misma lengua.

domingo, 8 de julio de 2012

Capítulo 1: Una cena (1)

Acaba el día 17 de marzo del 2081. José y Nadia estaban en el restaurante persa Azraq Chel-Lal tomándose una copa de duc. En realidad, según decía Yousuf, el dueño del local, el duc era para tomar durante la comida, como una bebida más, pero a Nadia afirmaba que, con la comida, precisaba de algo más liquido y que el duc1 estaba mejor como aperitivo… y desde hacia tiempo ellos lo tomaban así. Finalmente llegaron Robert y Kalinga.
–No sé qué manía tienes –protestó Kalinga– de vernos en los bajos fondos, José. Con lo bien que se está en la ciudad alta.
El restaurante, como casi todos los demás restaurantes extranjeros, se hallaba en la ciudad baja, o antigua, llamada así porque, tras las últimas reformas, se había quedado debajo de la plataforma en la que se construyó la ciudad nueva (llamada también ciudad alta) planificada por los gobiernos dictatoriales del PUE. Esa fue la “solución solidaria” que adopto el gobierno de la Unión Europea, cuando los partidos de izquierda exigieron del gabinete ultraderechista al crear las “ciudades protegidas”. Estas eran ciudades en las que casi todo (tráfico, energía, ventilación, etc…) estaba controlado por ordenador, y en las que los carísimos pisos poseían ventanas herméticas con cristales especiales para el filtrado de los rayos ultra-violeta (los mismos que protegían las elegantes calles peatonales a las que solo se podía acceder desde los patios) y por supuesto sistemas de aire acondicionado con eliminación de la contaminación. El proyecto fue propuesto por una empresa privada y, en principio, iba a ser financiado por el gobierno con vistas a crear la futura capital de la Unión Europea. Sin embargo la oposición se opuso a él por considerarlo elitista, la de izquierdas, o un despilfarro de dinero público, la de derechas.
Poco duró la oposición, tras las elecciones del 40 en las que el Partido de Unificación nacional Europea (ultraderechista) prometió repartir los pisos únicamente entre los ciudadanos europeos y por riguroso sorteo, en el momento en que se acabase el proyecto, así como proteger la mayoría de las otras ciudades frente a la contaminación y las radiaciones, promesas que le valieron ganar las elecciones, y que cumplió una vez aprobó la ley de exclusión, por la que se privaba de la ciudadanía, y por tanto del sorteo, a todos aquellos que no fueran de raza blanca. Además, en cuanto a la protección se hizo parcial, lenta y solo en determinadas ciudades. Esto llevo a protestas y disturbios. Cuando la oposición del CRR, conocido como Cielos Rojos de Radiación, exigió, en una de las pocas votaciones que pudo ganar, que se respetaran los derechos de las minorías, y se protegiera a los no ciudadanos de los rayos ultra violeta, la respuesta del gobierno fue que podían instalarse bajo de las zonas protegidas (Las ciudades se elevaron para evitar las corrientes de aguas contaminadas que, en la mayoría, aparecían por las calles debido a lo deficiente del alcantarillado) pero que no había presupuesto para más. Y así la mayoría de los que, paradójicamente, habían amontonado los ladrillos y construido (con sus manos) las grandes y nuevas ciudades protegidas, no tuvieron más remedio que refugiarse, bajo ellas, en las peores zonas. El descrédito final, tras el fracaso de algunas medidas, Les llevó a perder las elecciones del 49, aunque mantuvieron el poder por determinados subterfugis hasta que fueron perdiendo los gobiernos estatales y estos se levantaron en el 56 contra el gobierno central de la Unión, todos se alegraron que, pese a la política de defensa y seguridad coordinada, los ejércitos y la policía estuvieran en manos de los gobiernos estatales y no de la Unión, que en aquellos momentos fue menos Unión que nunca.

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1 DUC: Bebida de yogur con hierbas refrescante y de sabor ligeramente agrio. Creo que de origen persa, o al menos yo la probé así como tal.

miércoles, 4 de julio de 2012

Recopilación histórica de la novela


Cuando uno imagina el futuro a cien años vista no es fácil acertar en todo, máxime cuando hay cosas que se sabe, lamentablemente, que no llegaran a ser. Pero la explicación se complica cuando, además, pasan veinte años desde la creación del mundo futuro y el momento en que se explota, o como en este caso se retoma la explotación literaria del mismo.
La composición de este mundo, como plataforma de juego de rol y primeros esbozos literarios, es de los años ochenta. Por ello, ya en la primera revisión ha sufrido grandes cambios. La eliminación de la Unión soviética y su sustitución por una Rusia mucho más capitalista no estaba prevista, así como la caída de los Chauchescu en Rumania, ni la cruenta guerra de Yugoeslavia, aunque los países comunistas ya anunciaran algunos problemas. Sí tenía prevista la caída de parte del Telón de Acero: Alemania, Polonia, Checoeslovaquia (sin partirse) y las repúblicas bálticas de Lituania, Letonia y Estonia, aunque no contemplaba el enclave de Kaliningrado, ni la descomposición de la Unión soviética más allá de esas tres repúblicas.
Además, lo que hoy día se ve como un problema más general en Europa, que es la pujanza del islamismo radical, entonces solo se veía como una lejana posibilidad de problemas en Francia, Inglaterra y Alemania, derivado en el primer caso de la amplia colonia musulmana asiática (paquistaníes principalmente) en el primer caso, magrebíes en el segundo y turcos en el tercero. Ya entonces se avistaba un problema que hoy tenemos en mente, además de su poca integración, como es el de su baja contribución fiscal y alto consumo de recursos sociales, lo que (nos guste o no) en el caso de una crisis como la actual es previsible que se traduzca en una radicalización de los naturales de cada país. Por otra parte, a diferencia de los judíos, aquí no hablamos de un pueblo o grupo social manso y maleable por lo que naturalmente el recorte masivo y las limitaciones establecidas por el PUE se saldaran con un levantamiento armado. En la revisión de la novela únicamente he procedido a ampliar esa situación a otras naciones donde la información actual dice que también podría haber ese tipo de problemas (Holanda, Bélgica, Dinamarca, Yugoeslavia,…) lo que se traduce en algunas manchitas más de control militar en el mapa, aunque no siempre, ya que el otro foco de problemas que nos lleva al control militar son los nacionalismos periféricos excluyentes, que coinciden en algunas zonas (aunque no en todas)
La otra cuestión es la económica, en concreto el tema de la moneda. En aquellos años existía una moneda ficticia (hoy diríamos virtual) llamada ECU (Siglas de European Currency Unit, o Unidad Monetaria Europea) que se calculaba como promedio de las divisas europeas (libra esterlina incluida) y se perfilaba como futura moneda única, con las reticencias de Gran Bretaña a su mismo concepto y de Alemania a su nombre, por pronunciarse parecido a vaca. El debate no era si, sino cuándo y qué pasaría con una Gran Bretaña que no se integrara en la unidad monetaria, si había que expulsarla del resto o no. Por eso mi planteamiento de la semi-expulsión del Reino Unido al concepto de estado asociado.
Mientras con la creación de la Unión Europea Occidental en el seno de la OTAN se empezaba a hablar de un ejército europeo, aunque eso podía ser una maniobra de distracción por el reciente bamboleo del referéndum sobre la OTAN y el cambio de “De entrada NO” a “Sí pero NO (Refiriéndose el No a la estructura miliar)” y aunque muchos intereses conspiraban (y conspiran) contra ello, está claro que el proyecto es inviable sin una mayor unión política. Naturalmente mi planteamiento es que esta finalmente tiene lugar de manera un tanto abrupta.
Ahora solo me queda dejaros, en el próximo artículo, con la presentación de los mapas que les hice a mis jugadores de rol. No la he actualizado, por lo que se darán algunas incoherencias con la realidad actual, que comentaré después. Sí he actualizado, por el contrario, algunas fronteras en los mapas, ajustándolas a las entidades hoy día existentes, como en el caso de Kaliningrado, puesto que el mapa lo he tenido de mecanizar ahora. Por otra parte, como comprenderéis, me centraré en la zona de Valencia pues la acción de juego tuvo lugar en este territorio, aunque la novela abarca algo más amplio.