jueves, 13 de agosto de 2015

Capítulo 4. Amigos o enemigos

—Eso es inaceptable —protestó Robert—. Y supongo que por eso has comunicado con alguna de las empresas de tu familia y les has enviado instrucciones de fabricar nuevos equipos… ¡Pese a que te comprometiste en lo contrario al acceder al puesto!

—En las ciudades empezara a notarse la falta del fluido eléctrico —continuó José sin hacer caso del comentario de Witchmapell—, los equipos de transmisión de datos y las estaciones de la red, empezaran a dar los primeros errores de conexión, otras aun seguirán con el mensaje de en proceso y reintentándolo. En las estaciones secundarias menos cargadas empezaran a llegar los errores de la supuesta reserva, se preguntara si se prueba con otra mientras se reintenta…

Siguió desgranado una situación de desastre total al quedarse sin las comunicaciones y sin la mayoría de centros de decisión que dependían de las inteligencias artificiales. También avisó que, pese a la prohibición de implantes y similares en todo la Unión, un cinco por cien de la población estaba tan enganchada a la Red que habrían suicidios al pasar más de tres días sin ella. Robert y Kalinga empezaron a protestar.

—Naturalmente —cortó José— nuestros equipos tienen los discos de recarga para cada estación preparados. Pero para ello es preciso acceder a ellas y eso no siempre es fácil.

—Con lo cual —prosiguió Nadia— pasaran de tres a cuatro horas antes de que se pueda tomar cualquier decisión. Más aun, a falta de instrucciones y comunicaciones desde arriba, cuando nuestros equipos lleguen les dejaran paso libre.

—No. —respondió Kalinga—. No se puede entrar en ellas, al menos en la Federación y demás países de la CEI, salvo un Anochecer industrial personal concreto y autorizado y aun así es un protocolo lento.

—Os las instalamos nosotros ¿recuerdas? —le respondió Robert—. El método es el mismo.

—Sí. —aceptó José—. Por eso necesitamos de vuestra colaboración. La tuya, para las estaciones de la federación Rusa. —Señaló a Kalinga y luego apuntó con el dedo a Robert—. Y la tuya para las fuerzas armadas de la Unión. Solo con autorizaciones vuestras y habiendo firmado el contrato los equipos de Fénix Rojo podrán sustituir los router por unos a prueba del virus que se va a liberar.

—Bueno ¿y luego qué? —insistió el general—. ¿Has pesado como salir de ahí?

—¿Y quién necesita salir? —repuso José—, o mejor dicho ¿quién necesita entrar? Cierto que tenemos algunos equipos preparados por si hay que intervenir en alguna estación pero en general actuaremos a través de Fénix Azul, es decir a través de la red. Y los agentes que entren son prescindibles, por si hay algún error.

—¿Vas a enviar gente a la muerte después de cerrar la red? —se enfadó Robert—. ¿Y eso para qué?

—Y la Federación Rusa —añadió Trechnova—, o los Estados Unidos de América, no aceptarán que otros, que Europa en concreto, controle sus estaciones de reenvío. No podréis parar nuestra red y reiniciarla bajo vuestro control.

—Y… ¿Quién te ha dicho —replicó José— que este proyecto es de la Unión europea?

…………………………….

Bueno he vuelto. La verdad es que debía de haber escrito esto para la entrada anterior, pero como esa ya la tenía revisada y actualizada y solo faltaba subirla, lo dejé para esta ya que eso podía hacerlo con relativa rapidez.
Ahora ya he revisado un nuevo trozo, más de lo que parece, mucho más porque veréis que si lo comprarais con lo publicado hace mucho en fanfiction.es hay mucho trozo que desaparece, ya que he decidido eliminar algunas páginas que no aportan demasiado y dejar lo más esencial.

Ahora espero vuestros comentarios.

domingo, 2 de agosto de 2015

Capítulo 3. Anuncio del Caos



—Si —dijo José—, pero ese no es el problema. Cuando llegue el momento, una serie de programas piratas, que hemos construido, harán que se evacuen y cierren todas las subestaciones. El método será avisar de sobrecarga eléctrica (con peligro de incendio por cortocircuito) y del desvío, con éxito, de todo el tráfico de datos a otra subestación.
»La red tiene un fallo. Envía mensajes de evacuación y emergencia a los operadores, en caso de riesgo de destrucción, y luego redirecciona el tráfico. En ello tarda unos cinco a treinta segundos, dependiendo del tráfico de datos. Con una generación ficticia de mensajes esperamos subir ese tiempo hasta un minuto.
Los mismos programas piratas que van a generar el tráfico ficticio informaran al programa de seguridad de la sobrecarga. Este dará la alarma e iniciara el desvío del tráfico. Esto generara más tráfico de datos en la red ya que todas las comunicaciones deberán ser enviadas a la estación más cercana y se desconectara la recepción de nuevas comunicaciones, enviando error a los solicitantes para que intenten otra ruta. Este es el método normal, que funciona cuándo falla una estación. Pero, esta vez, no fallara una estación, sino que simultáneamente se dará la alarma en todas las estaciones y subestaciones de Europa, Norteamérica, Australia, Oriente Lejano y parte del cercano. Y os recuerdo que las subestaciones no solo son los retransmisores de la red, es decir los núcleos de las empresas de telefonía, sino también las centrales nucleares, térmicas e hidráulicas. La mayoría de los centros de producción de energía eléctrica están conectados como nodos de la red, de hecho un tercio del volumen de datos viaja por las líneas eléctricas. En las dos últimas se dejara de producir inmediatamente y en las nucleares se iniciara la parada de emergencia, con lo que el cese de la producción eléctrica será casi total en unas tres horas. En realidad casi nadie notara la caída de la red, porque todos estarán sin electricidad. Todos los satélites quedaran desconectados, al desconectarse sus estaciones de recepción, salvo los militares. Mientras, en estas y en todas las estaciones de datos, se empezaran a desconectar los monitores. Las estaciones quedaran aisladas del control humano, gobernadas únicamente por el programa de seguridad. Sin poder trabajar, incluso los más lentos iniciaran la evacuación.
»Será el caos. El fin de la sociedad tal como la conocemos… Y el triunfo de aquellos que estén preparados para afrontarlo.

martes, 7 de julio de 2015

Al Borde del Caos en e-book

 Como sabéis Al Borde del Caos es la precuela se Anochecer en la red, y como anuncié en la página del libro en Facebook, a partir del día 15 podéis conseguir Al borde del Caos en formato digital a través de Amazon. También, como anuncié allí, os traigo un concurso, este solo para España en el que sortearé uno o dos ejemplares en papel entre todos aquellos que compréis el libro en digital. Os dejo con el texto del evento.
Al borde del Caos de José Bau
Bueno amigos por fin puedo anunciaros que el próximo día 15, el 15-7-15, tras culminar el proceso de maquetación para el e-book y la creación de mi usuario de publicación en Amazon el libro pasará a estar disponible en formato digital. De momento y hasta el día 15 estará disponible en preventa y pasado ese plazo directamente. Y al menos en los próximos tres meses únicamente en Amazon. Por ello vamos a iniciar un concurso en el que se ponen en juego uno o dos libros en papel. Bases: Podrán participar todos los seguidores de la página en Facebook Al borde del Caos que adquieran el libro en e-book en Amazon Al borde del Caos . • Si en el periodo de preventa se llegasen a 50 ejemplares se sorteara un libro entre los compradores que sean fan de la página de Al borde del Caos, con independencia del número de los que compren que sean fan. • Entre todos los que lo compren en digital de ahora al 30 de septiembre (incluido preventa) se sorteará otro ejemplar en papel. • Si no llegara a 50 el número de compradores en preventa se sortearía únicamente un ejemplar y los que lo compren en preventa dispondrán de dos números para el sorteo. • Ambos libros se sortearan el 9 de Octubre con el número de la ONCE. En función del número de participantes se usará el último dígito, los dos últimos, los tres últimos,… Si el número que saliese fuera mayor que el de participantes se usará el del día 10, y así sucesivamente hasta que uno sea menor que el número de participantes. • Para participar podéis subir la prueba de que lo habéis comprado (conversión a pdf, jpg,… del mensaje de Amazon) a la página o remitirlo a caos2021 (arroba) outlook.com

martes, 9 de junio de 2015

La caída de Valencia

En mi novela Al borde del Caos, o al menos en su planteamiento histórico en los años 90, un gobierno valencianista, integrado por la evolución de lo que entonces era Unión Valenciana y otros partidos de centro (en su día me platee la posibilidad de éxito del CDS como heredero de la UCD), se enfrentaba políticamente a un gobierno nacional del partido socialista que había decidido entregar Navarra a unas Vascongadas independientes y Valencia y Baleares a una Cataluña independiente y revolucionaria en 2016. Poco duraría la residencia política, pues en marzo del 18 caería por las armas hasta el verano en que sería recuperada, también militarmente a costa de enfrentarse al resto de España y purgar la administración y universidades.
Gran parte del planteamiento se ha quedado oculto, supongo que ya nunca lo escribiré, pues el personajes, Francisco Javier Domenech, es demasiado joven en el momento de los hechos como para otorgarle la dimensión que le corresponde, mientras que su padre y hermano mayor, dos de los líderes de la respuesta armada, Vicente Domenech, ambos y no es por casualidad que les puse ese nombre, tienen más protagonismo y conocimiento del momento histórico, pero menos, mucha menos relevancia, en la trama que configura Al borde del Caos.
Sin embargo, lo que en su día planteé como un posible futuro épico (lo que no quiere decir que fuese el deseado, sino uno interesante como elemento de juego y creación literaria pero ya lo dice el refrán chino "infelices aquellos que viven tiempos interesantes y dichosos los que viven tiempos aburridos") cada día se manifiesta como más alejado de la realidad.
Y no solo porque con el trascurrir del tiempo, la falta de liderazgo y la traición, sobre todo la traición a los ideales, el valencianismo ha dejado de existir, salvo como algo meramente testimonial. Deberíamos aquí recordar que si bien el PP ha traicionado, día a día, con sus actos el valencianismo que decía profesar, fue uno de los líderes de este valencianismo, Héctor Villalba, el que echándose en manos del pancatalanismo realizó la traición que lo hirió de muerte.
Pero también porque en el caso de Valencia Ciudadanos, la opción menos mala posible, tiene, a diferencia de en otras partes de España, la posición más cómoda: la de aquel que no puede hacer nada.
Esto es asumiendo que los pactos van a ser realizados entre fuerzas cercanas, no planteándose pactos extraños (desde el punto de vista ideologice, como el de la pasada legislatura en Extremadura): Ciudadanos junto con el PP suma 44 escaños en la Generalidad, con el PSOE (asumiendo que el PSOE adopte un posicionamiento español y valenciano y no pancatalanista) 36. En ambos casos necesitaría, como mínimo, la abstención de la otra fuera política (de las 3) para que un pacto con cualquiera de ellos tenga éxito (ya que la suma de Compromis y Podemos son 32). Naturalmente aquí la llave, y la posibilidad de juego, en realidad la tiene el PSOE, que puede pactar con los 32 del bloque catalanista y de izquierdas, o no. Naturalmente Ciudadanos y el PP deben pensar si correr el riesgo de dejar a Puig tomar las riendas de un gobierno con su apoyo sabiendo que si decidiera cambiar de opción al bloque catalanista no podrían hacer nada por evitarlo. Y es más que dudoso que el PSOE accediese a una abstención para permitir un gobierno de Ciudadanos y el PP. Así las cosas lo mejor que nos podía pasar a los valencianos es que no haya acuerdo y cumplidos los dos meses de la constitución de la cámara sin elegir a un presidente esta se disuelva y nos convoquen de nuevo a elecciones. Probablemente el resultado sería muy distinto.
En el caso de los ayuntamientos la situación es diferente, pues no se pueden convocar nuevas elecciones, pero tampoco se puede bloquear la elección del alcalde aunque este esté en minoría. De hecho según la ley electoral si ningún candidato obtiene mayoría absoluta será alcalde el cabeza de lista de la lista más votada. Eso quiere decir que en Valencia hacen falta diecisiete concejales: Si PSOE, Valencia en Comu (Podemos) y Compromis votan al mismo candidato este será alcalde, si no lo será Rita. Y esas son las únicas combinaciones posibles. En Castellón la situación es la misma: PSOE más Compromis más Castello-en-moviment suman los 14 concejales necesarios, pero si no votan al mismo la lista más votada es la del PP. Y en Alicante pasa lo mismo PSOE más Guanyar Alacant (Podemos) más Compromis suman los 15 concejales que dan la mayoría absoluta. Y esta es la única opción, dejando cómodamente a Ciudadanos fuera de juego, salvo que PP y PSOE, junto con Ciudadanos votasen al mismo candidato. Con ello naturalmente puede escudarse en que los dos grandes no están de acuerdo.
Así las cosas es bastante difícil que Valencia no caiga en manos del catalanismo y no acabe, como decía un amigo mío castellonense, «con Valencia y alicante convertidas en las provincias quinta y sexta de Cataluña. Y Castellón en parte de la de Tarragona.»
Vistas así las cosas parece que el mundo creado en Anochecer está más lejos que nunca… salvo porque este mundo incluye la ocupación total y una respuesta, aunque la duda es ¿Habrá respuesta?







sábado, 25 de abril de 2015

Al borde del caos, la primera precuela




Anochecer, actualmente Anochecer en la Red, nació como parte de la ambientación de una partida de rol ciberpunk ambientada a finales del siglo XXI. Uno de los desafíos que surgieron de la misma era mostrar cómo se había llegado a la situación de ese momento. Ambientado pues en una fecha mucho más cercana, entre los años 2020 y 2021, preparé tres módulos: Fin de año en Berlín, El traidor y Abandonados.
Posteriormente decidí trasladar la ambientación de Fin de año a Bruselas y tras ello a Paris, que es dónde definitivamente quedó. Como ambientación de Fin de Año en Paris nació la historia que hoy podéis tener en vuestras manos, Al borde del Caos, Editada por Kelonia y en breve de próxima aparición en ebook.
Podéis adquirirla en la propia editorial o pidiéndomela directamente, ya bien sea a través de la página de Facebook o al correo caos2021 (arroba) outlook (punto) com. Debido a la trama y a otros motivos en el envío directo el pago puede ser por Paypal (directamente en dicho correo) o en Bitcois o Dogecoins: en el primer caso rondará los 0,039 BTC (0,060BTC si lo queréis certificado) y 69279 Doge (121564 con envío certificado) aunque estos precios podrían variar según la cotización y por supuesto el envío es únicamente en España. Si estáis fuera deberíais avisarme para que consulte los gastos de envío.
En cuanto al e-book su coste será de 1€ y ahí no hay gastos de envío ya que os la remitiría por e-mail.

París, Diciembre de 2020.

Coincidiendo con el cambio de semestre y de presidencia, los últimos países del Pacto de Varsovia que no formaban parte de la Unión Europea, a excepción de Rusia, van a firmar su ingreso: Ucrania, Bielorrusia y Moldavia…

Un ladrón que destroza el local en el que roba, pero que en su segundo asalto ni roba ni destroza nada; un diplomático más partidario de la acción directa más que del dialogo; un evento religioso mundial que busca unir pero más bien logra separar; un hacker que hace de payaso, ratón, perro, hada o pirata en su día a día; una prostituta que es algo más que un polvo fácil para sus clientes… y un joven ejecutivo huido de un país en guerra y propietario de una agencia de seguridad que es más que una agencia de seguridad atrapado entre sus deseos y sus obligaciones. Todos ellos forman un puzle que puede llevar el mundo al caos o librarlo de él: ¿lo empujaran o lo salvaran?

martes, 23 de diciembre de 2014

Capítulo 2. Estrategia

—Y en el servicio —comentó Kalinga una vez acabaron los postres— que te creíamos un mero funcionario del gabinete de estadística.
—Y lo soy —respondió José—, al menos oficialmente. Si os he dicho todo esto es para convenceros de que me ayudéis. Quiero que, tanto en la Unión como en la Federación Rusa, establezcáis un simulacro de emergencia a partir de mañana y en los próximos diez días.
—Y ¿por qué? —preguntó Kalinga.
—Porque dentro de tres a cinco días la red dejara de funcionar.
El silencio era espeso, la tensión casi se podía ver. Nadia sabía que era algo grave, complejo, técnico, lo que se avecinaba, pero no exactamente el qué. Su puesto de ayudante era más bien administrativo, no técnico. Era buena, muy buena, lidiando con los burócratas del PUE y la administración europea, aun anterior al PUE, eso sin contar con el otro motivo por el que José y Nadia se relacionan. Motivo secreto solo conocido por ellos dos… y los millones de clientes y fans que tenían en la red, en su web de pago.
Nadia miró detenidamente a José tratando de deducir de sus palabras la causa de sus últimos encargos: el desvío de fondos a cierta isla del caribe. Las compras de oro, plata y otros metales preciosos, su depósito en la isla… así como lo que acumulaban en diversos escondites y en el coche. Incluso la gran cantidad de dinero en billetes y divisas, cuya posesión era ilegal, que le había entregado a Jamal.
—¿Te refieres a la Internet? —preguntó Robert
—Sí. Pero no solo eso, para muchos internet es hoy día únicamente la parte lúdica, yo me refiero a toda la red.
—Y… ¿No podéis evitarlo?
—No es que no podamos —explicó José—, es que no queremos. Para ser sincero: llevamos seis años preparando esta caída. La creación del CCII ha sido solo un paso más. La red permanecerá desconectada por un espacio de dos a tres meses.
—¿Por qué? —inquirió Kalinga—. ¿Y por qué ahora?
—Porque ya no hay más remedio. Hace años, bastantes, nació un grupo cuyo objetivo era controlar a las nacientes IAs…
—¿Ias? —se extrañó Nadia.
—Inteligencias artificiales, se abrevian con sus iniciales y aunque en teoría el plural debería ser duplicar las siglas muy habitualmente se añade una s minúscula en la red, disculpadme pero me he acostumbrado a esa jerga.
»Ya os digo que ese grupo era incipiente, e incluía a gente de varios países, preocupados por el control de las IAs en la política humana. Como sabéis hay países, algunos islámicos, otros en Sudamérica o Asia donde las inteligencias artificiales lo controlan todo.
—Pero eso es porque fuera de la red, a las multitudes, las controla el fanatismo —objetó Robert—. Eso no pasa en la civilizada Europa.
—Te asombraría saber cuántas decisiones de nuestros políticos están condicionadas por las inteligencias. Aunque es cierto que ellas no lo controlan todo. Pero sí en la mayoría de nuestros competidores, solo Rusia, Estados Unidos y la Unión se salvan, aunque no del todo —mintió descaradamente José.
José era consciente de la cantidad de procesos menores que en la Unión eran controlados por IAs, él mismo, a nivel privado disponía de unas cuantas para sus negocios secretos, pero más aún conocía como las IAs de personalidad de los jerarcas rusos dirigían el país mientras ellos disfrutaban de la seguridad de sus dachas[1] de lujo en la cúpula de nuevo San Petersburgo. También conocía las debilidades de los americanos y como las IAs se enfrentaban en el ciberespacio y gobernando las pandillas y corporaciones. Es cierto que las personas decidían en los Estados Unidos, pero las IAs ponían el dinero que estaba detrás de las decisiones. Aunque en otros lugares estaban peor. En China, India y multitud de países árabes los ejércitos controlados por implantados dominados por las IAs se enfrentaban entre sí. Solo Europa e Israel, que habían limitado los implantes parecían quedar fuera de la locura, aunque tenían las suyas propias.
—Sin embargo —las palabras de Witchmapell interrumpieron los pensamientos de José—, es difícil cerrar la red. Fue creada por los americanos capaz de superar incluso un ataque nuclear… es decir incluso aunque gran parte de ella cayera el resto seguiría funcionando. nunca se ha cerrado del todo, ni en los peores momento de la guerra indo-paquistaní, ¡y mira que los militares de todos los países lo intentaron!, por la gran cantidad de virus que difundieron.
—Es imposible cerrarla —insistió Kalinga—. La idea base de los protocolos es que ante la caída de un camino se buscaran otros….
—Esa es la teoría —le interrumpió José—, pero lamentablemente no la práctica. La mayoría dispone de un único punto de acceso. Y muchos nodos también tienen solo dos puntos uno de entrada y otro de salida. Y los que tienen más los tienen tan saturados que son incapaces de redirigir el tráfico.
— ¿Y América? —preguntó Kalinga—, ¿y la Federación rusa?
—América —repuso Nadia—, es decir los Estados Unidos, creemos que sigue manteniendo su red militar aparte. Desde el caso de los paquistaníes que trabajaban en Bell y que sabotearon dos líneas de comunicación muy importantes empezaron a tender de nuevo cables.
—En todo caso da igual —replicó José— porque la realidad es que los nodos los dirigen IAs y lo que vamos a destruir son las IAs.
—Pero —objetó Robert —. Eso es una locura. Nuestra defensa se basa en los satélites, y por tanto en la red. Sin ella estamos perdidos. Los integristas islámicos, que nos ganan en número atacaran y nos barrerán.

[1] Nombre habitual de los chalets y otro tipo de viviendas similares en Rusia.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Capítulo 1. Presentaciones

Acaba el día 17 de marzo del 2081. José y Nadia estaban en el restaurante persa Azraq Chel-Lal tomándose una copa de duc[1]. Realmente, según decía Yousuf, el duc era para tomar durante la comida, como una bebida más, pero Nadia afirmaba que, con la comida, precisaba de algo más líquido y que el duc estaba mejor como aperitivo, por eso, pese a su especial relación, lo tomaban así. Finalmente llegaron Robert y Kalinga.
—No sé qué manía tienes —protestó Kalinga— de hacer que nos veamos en los bajos fondos, José. Con lo bien que se está en la ciudad alta.
El restaurante, como casi todos los demás restaurantes extranjeros, se hallaba en la ciudad baja, o antigua, llamada así porque, tras las últimas reformas, se había quedado debajo de la plataforma en la que se construyó la ciudad nueva, llamada también ciudad alta. La megacontrucción inspirada por el PUE, Partido de Unificación Europea, como símbolo de la capitalidad europea se había convertido así también en el símbolo de la división social.
—Y yo no sé qué tienes en contra de las ciudades antiguas —se burló José—. Tu misma Moscú natal no se diferencia en mucho de esto salvo, quizás, que en su mayor parte no está protegida contar las radiaciones.
—Por eso no me gusta. Ya me costó abandonar aquello. Todo el mundo sabe que la capital actual de Rusia es San Petersburgo.
—Ya. Y esto te recuerda a la gente que tuviste que pisotear para ello, ¿no? —José recordó su visita a San Petersburgo, a la nueva San Petersburgo en realidad, situada en torno al antiguo barrio de Olgino al norte de la bahía y cubierta por una inmensa cúpula de protección solar.
—Creí que éramos amigos —protestó Kalinga—. Pero si sigues por ese camino me voy.
—Vale, espera. —José se giró para hablar con el camarero en turco—. Yousuf deseo el saloncito azul, y que nos sirva Jamal.
—Sí señor —respondió este en la misma lengua.
—Bien —anunció a los demás—, seguidme que la cena ya casi esta.
Jamal era un maduro camarero, en la actualidad. Antes había sido médico y miembro del partido democrático de Turquía. Luchó contra la dictadura y cuando, tras la revolución, creía que estaba seguro fue apresado por los integristas. Entre otras torturas, le dañaron los tímpanos introduciéndole en una campana y haciéndola sonar. Agentes de José lo liberaron en mitad de los tormentos, en una operación con otro objetivo. Desde entonces trabaja para él, y no precisamente de camarero, que simplemente es su cobertura oficial.
Les sirvieron la comida en un saloncito bellamente decorado y con divanes tapizados en terciopelo azul. Una vez servida el único camarero que quedó fue Jamal. José encendió una especie de dispositivo electrónico.
—Bueno —explicó José—; esto, que parece una grabadora, es un detector de micrófonos, de forma que se encenderá una luz roja si detecta que alguien está tratando de grabar esta conversación. —A sus palabras se encendió la luz roja—. Así que os agradecería que apagarais vuestras grabadoras para saber si alguien nos está espiando.
Robert y Kalinga manipularon en sus dispositivos de comunicación y finalmente la luz se apagó.
—Bien —aceptó Robert—. ¿Y qué es eso tan importante, que tenías que decirnos, como para traernos al culo del mundo?
—Vas directo al grano ¡eh! —ironizó Nadia— Vale, José, cariño, será mejor que no perdamos tiempo.
—Bien —admitió José guiñando un ojo a su amante—. Empecemos por presentarnos ya que hay quien solo se conoce de pasada.
»Robert Witchmapell —continuó mientras señalaba al otro hombre—, jefe de estado mayor de las fuerzas especiales de la Unión Europea, el llamado ejército especial de intervención formado por las tropas de élite de los estados y alguien al que muchos militares obedecerán, aun por encima de sus gobiernos si la situación lo requiriera…
—No tant… —empezó a decir Robert, pero José le cortó.
—…aunque probablemente no lo harían —`prosiguió como si no le hubiera interrumpido— si supieran que se trata del joven, ya crecido, apodado «el Carnicero de Peñíscola», buscado por todos los tribunales especiales para la guerra en España, tanto de la Unión como de la ONU.
»Y Kalinga Trechnova, oficialmente una de las mujeres de negocios de más éxito de la Federación Rusa, extraoficialmente amante de Robert y en realidad el número cuatro de los servicios secretos de la Federación. Aunque en realidad también es amante del vicepresidente de la Unión, ignoro si por indicación de Robert o sin su conocimiento…
Kalinga se limitó a abrir la boca, pero si grande fue su asombro no fue menor el de Robert, ante una faceta de su amada que él no conocía.
—…y también —prosiguió, amante en Rusia del primer director del servicio de seguridad y posiblemente próximo presidente de la Federación.
—Será mejor que nos presentes a tu amiguita —contrapuso Robert.
—Nadia Virkem, mi actual compañera y secretaria personal en el CCII del cual soy el jefe absoluto.
Si grande era su sorpresa ante lo que sabía de ellos, incluida la de Nadia para quien Robert y Kalinga eran unos desconocidos, mayor sorpresa aún fue saber quién era él, la de Nadia fue que se lo dijera.
El CCII (Centro de Control de Información e Inteligencia) era el último instrumento, creado en el año 2070 por el gobierno de la Unión poco después de la victoria del PUE, para el control de los estados. Oficialmente era un centro de información y coordinación militar, pero en tan solo diez años y protegidos por las leyes de anonimato (según las cuales los miembros solo serían conocidos por sus jefes, y estos únicamente por el gobierno que los nombra) los directivos del CCII y el gobierno de la Unión habían hecho de este centro el mando, no solo de la inteligencia militar, sino de la política exterior y económica. En realidad revelando esta información José estaba revelando un secreto de primer orden.
Durante el silencio de su estupefacción entró Jamal con don asistentas trayendo los platos de la comida.
—Estamos en la antesala de un cambio, de un gran cambio —inició José nada más salir Jamal—, pero lo importante es en qué bando vais a estar: si conmigo o contra mí. Pero eso mejor seguimos después de la cena.


[1] Duc: Bebida de yogur con hierbas refrescante y de sabor ligeramente agrio. Creo que de origen persa, o al menos yo la probé así como tal.